Las burbujas de aire que ingresan en el aceite durante el proceso de filtrado provocan oxidación y afectan el sabor.
Ejemplo: Dejar encendida la bomba de filtrado después de retirar la totalidad del aceite del tanque del filtro.
Prevención: Mantenga las tinas de freír tapadas y recircule el aceite por cinco minutos durante el proceso de filtrado.

Las migas de pan y los pequeños trozos de comida se carbonizan y provocan una reacción química que conduce al deterioro del aceite.
Ejemplo: Pequeños trozos de alimentos fritos que quedan en el aceite.
Prevención: Cuele las tinas con frecuencia y limpie con frecuencia la acumulación de carbón.

Si las freidoras se mantienen a altas temperaturas, el aceite se oxida con mayor rapidez.
Ejemplo: Dejar las freidoras encendidas cuando no se encuentran en uso.
Prevención: Apague las freidoras cuando no se encuentren en uso. Calibre las freidoras y prográmelas en las temperaturas recomendadas.

El agua que queda como resultado de los productos, el vapor y la limpieza provocan que el aceite se deteriore como consecuencia de la hidrólisis y que adopte un color oscuro y un sabor ahumado.
Ejemplo: El tanque del filtro no está seco antes de drenar el aceite de la freidora o hay hielo en los productos congelados.
Prevención: Evite llenar las cestas directamente sobre la freidora abierta. Asegúrese de que el equipo esté bien seco antes de utilizarlo.

El jabón le da al aceite un sabor alcalino y lo oscurece.
Ejemplo: Residuos de jabón de utensilios mal enjuagados o de jabón utilizado para limpiar la freidora.
Prevención: Utilice solo agua caliente para limpiar el interior de las freidoras. Enjuague y seque todos los utensilios correctamente.

La sal de los productos marinados y del rebozado afecta la vida útil del aceite.
Ejemplo: Salar los alimentos antes de freírlos.
Prevención: Evite condimentar y marinar los alimentos sobre las tinas abiertas.